Ninguna de las personas que estaban en la pileta del Spa quiso evitarlo pero todos intuyeron lo que iba a pasar. Cada uno miró la secuencia y el desenlace. Había tres parejas con chicos. Eran las 5 de la tarde cuando el matrimonio entró en escena. Él, pesaría cerca de 150 kg, no era muy alto y usaba el pelo rapado a los costados. Ella tenía un tatuaje a todo color en uno de sus brazos y también cargaba un notable sobrepeso. Ambos avanzaron sobre las únicas reposeras libres y entonces, pasó. El muchacho se tiró sobre una de estas y en cuestión de segundos terminó en el suelo. Hubo un ruido seco y el plástico se partió. El hombre gordo quedó acostado en el piso y debajo, los restos de la reposera blanca. Lanzó unos gemidos, tal vez de dolor, por el golpe.
Los testigos del accidente se miraron. Hicieron una mueca y lo ayudaron a levantarse. No fue nada fácil lograr incorporarlo pero esa fue otra historia…
En el desayuno no pasaban desapercibidos. Platos que rebalsaban medialunas. Otros con porciones generosas de torta de chocolate y uno más con varias fetas de queso y jamón. La mujer era la que se levantaba para buscar la comida y el café con leche para los dos. Comían con ansiedad. Casi ni hablaban entre ellos.
Los huéspedes del hotel tenían asignada carpas en el balneario de moda. Ese sábado al mediodía, la pareja prefirió comer en la carpa y no en el restaurant del parador. El masticó casi sin parar una hamburguesa completa con huevo frito y panceta y después sin descanso terminó con las papas fritas. En esos 15 minutos que duró la comida, el hombre gordo tomó 2 latas de cerveza.
Hacía mucho calor, y en un momento el sol le pegaba de lleno en la cabeza. La música sonaba fuerte en una carpa de al lado pero eso no impidió que se escucharan los gritos de la pareja del hombre gordo pidiendo auxilio porque se había caído de la silla y estaba tirado sobre la arena. No reaccionaba. En el balneario había un médico que intentó reanimarlo. La ambulancia tardó nada y entre varios lograron subirlo en la camilla.
La ambulancia partió con su ulular hacia algún nosocomio.
En el hotel no se supo más de la pareja que vivía para comer.
La tasa de obesidad en la Argentina alcanza el 27 % y es la más alta de América Latina, mientras que más del 60 % de los habitantes del país tiene sobrepeso.