Ficción y violencia en Ituzaingó

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Los ejemplos abundan y yo tengo uno más que  demuestra que  como sociedad NO estamos muy bien. Les cuento:
En #ITUZAINGÓ los vecinos atacaron  un circo. Si, un cir-co porque creían que allí había gente que además se dedicaba a secuestros nenes del barrio. De terror (si fuera verdad)
La Policía rodeó el lugar para evitar que hubiera otro ataque y todo terminó en una batalla que duró unas 2 horas…
Es cierto que hubo una denuncia de un hecho en el que habrían intentado robarle la hija a un joven a plena luz del día. Fue 8 días antes de los incidentes. En esa semana en lo que no hubo novedades judiciales algunos fueron cargándose de bronca, de preocupación, de miedos….Y las #REDESSOCIALES cumplieron un factor FUNDAMENTAL, armando la historia para que el circo se convirtiera en el responsables de los secuestros (ya se hablaba de 2 hechos) y para que el  lugar terminara en un polvorín.
Pasaban los días y los rumores circulaban sin que ninguna autoridad municipal intuyera ni se preocupara por lo que podría suceder.
En #Facebook se «sabía» que la boletera del circo había participado en uno de los supuestos secuestros. También alguien  contaba que el Bora que se  vio en uno de los «secuestros» estaba guardado en el…. circo.
Mientras la olla a presión amagaba con explotar, pasaban otras cosas. Por ejemplo a la Policía local dejó de vérsela,los patrulleros desaparecían de las calles. La política tiene su costado miserable por supuesto, este podría ser uno. Hablando con los vecinos me enteré que enojado con la Provincia, el Intendente #Descalzo había sacado los móviles y otras herramientas como los handys que usan los policías. Buen muchacho.
O sea, de la denuncia en la justicia no había novedades. El intendente no olfateó lo que se estaba generando. Los que buscaban que se armara (seguro que estaban) alentaban los rumores. Y el circo seguía allí sobre la avenida Ratti. ..Y se armó!!!
Un detalle no menor: los vecinos del circo no eran los que enfrentaron a la policía a piedrazos limpios. Los violentos venían de una villa cercana.
Insisto, los que tenían que actuar (justicia, política) durmieron para que Ituzaingo tuviera SU día de furia… Por si algo le faltaba a la escena surrealista, los policías que se estaban quedando sin municiones levantaban las piedras que les tiraban y se las «devolvían» con fuerza  a los manifestantes. Patético.
Si alguien quería un combo de violencia+marginalidad+conurbano lo encontró allí en el oeste.
Esta historia que viví bien de cerca me confirmó algo que sospechaba: las  redes sociales son peligrosas cuando reina la inacción de los gobernantes. En estas situaciones Facebook tranquilamente puede ser el hilo conductor. En Ituzaningó pasó. Por Face fueron cargándose negativamente y fue creciendo una historia llena de suposiciones, de mentiras y de nombres inexistentes. NADIE los frenó.
La necesidad de justicia puede terminar en un desastre y los vivos que quieren el caos tienen  ahí un lugarcito…algo así como un bidón con combustible.

 

A estar ATENTOS

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