Ya no sorprende verlos formar parte del paisaje urbano. Cuando la ciudad recibe la noche aparecen de la nada.Por Belgrano los veo en grupos o solos. En la Av. Cabildo, la puerta de Farmacity es su «casa». El vive solo. Lo acompaña un colchón y poco más. Por la calle Pampa, un recoveco en la puerta de un edificio hace de techo. Allí hay lugar para varios sin nada.
Tal vez el frío del invierno hace que los registremos. Las preguntas dan vuelta en mi cabeza: ¿Cómo pueden dormir cuando la ciudad está helada?¿Por qué cada vez son más?… No hablan con los vecinos, no molestan. Los sin nada buscan pasar desapercibidos. Tal vez por eso aparecen cuando las veredas se vacian. Sentirán verguenza?
Me cuentan que le escapan a los albergues de la ciudad porque hay violencia y les roban. La calle, para ellos es más segura… Mi vecino que duerme en plena Cabildo esta cenando arroz con pollo y agua mineral gracias a la ración del gobierno porteño. En CABA son unos 1.400 según la Fundación SI, un ejército sin futuro, sin presente.
